Las necesidades y la infraestructura informática que se precisan son totalmente diferentes en cada empresa. Así, la implantación de servidores pasa por un estudio de los servicios a desempeñar y la organización más adecuada de los mismos, para equilibrar la carga de trabajo. De esta forma se conseguirá diseñar el hardware de servidor más adecuado.
Este estudio previo tiene en consideración las necesidades presentes y futuras, que permitan su fácil adaptación a las nuevas necesidades que puedan surgir.
Para conseguir que una plantilla mejore su rendimiento es aconsejable la figura de un servidor que disponga de una robustez y velocidad de trabajo. Por seguridad se recomienda disponer de un servidor central que permita organizar documentos, compartir archivos y proteger los datos.