Las compañías telefónicas nos ofrecen tarifas de datos más grandes, lo que se ha traducido en cierta pasividad por parte de los usuarios a la hora de controlar lo que gastamos. Si a eso le añadimos que es bastante habitual tener wifi en casa, wifi en el trabajo y wifi incluso en nuestra cafetería favorita, resulta que apenas reparamos en el consumo de nuestro plan de datos móvil. Y luego, cuando llega la factura, llegan también las sorpresas. Hay aplicaciones propensas a consumir muchos datos, y una de las que más utilizamos es WhatsApp. Por eso te explicamos cuatro trucos para que la célebre app de mensajería instantánea deje de devorar nuestros datos de forma despiadada.